martes, 23 de octubre de 2012

Orate (Primera parte)

 
Cuentan de un loco,
vago, sucio, y aunque es poco
lo que se decía del bicho,
del hado y ovo capricho…

Canturreaba algunos versos…
que en disparates conversos,
suponía él en compañía…
más su locura los bruñía.

“Sí señor, yo te recuerdo,
estábamos tomando juntos,
yo metido en mis asuntos,
tú enseñando entre los cuerdos.
Y mirando a ojos lerdos
como perros, estos flojos
en creyendo, ¿Yo con piojos?,
en ascos miraban… ¡Cerdos!”

...

En cuanto a lo que hacía,
era buscar en sus ratos,
la cordura que hace tratos,
y en su mente adormecía.

“Vamos dime”, le decía,
“Ven conmigo extraña mía,
por los años tú ya adulta,
toda anciana, tonta, inculta.
Que en tus brazos condenada,
no he tenido de esa hada,
del mundillo de sus lirios,
del sentir de sus delirios”

Mas respuesta no encontraba,
de la mula que escapaba…
sosteniendo entre sus risas,
dos pestañas de sus brisas.

...

Ahora “¡Loco!”, le gritaban
al compás, todas las voces,
escupiendo muy feroces,
los insultos que asestaban…

Mas las fichas contenidas,
desteñidas, ya sin vicios,
que jugando entre novicios
nunca eran bienvenidas.

Así, que entre frustraciones,
no cesaban, no cesaban…
lo miraban y espetaban,
sonsacando en sus razones.

...

Ya entre las incoherencias,
del artista de ojos vagos…
que no oía a las conciencias…
Su amigote hacía estragos.

En su mente las trocaba,
en espacios desconfiados,
ahora echándole a los dados,
de sus charlas escapaba.

“No los mires y echa el trigo,
que ellos saben que yo abrigo
algo que jamás les daban,
algo que jamás deseaban”
                                    L.L

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