Como caminar desnudo entre páramos
desolados sin ánimo de andar... huesos rotos que se astillan, pedazos de carne
sangrantes. Dejaremos de ser simplemente parte del panal. Surgiremos hombres de
astillas y pedazos, de sombras a reflejos. Sólo pregúntate algo: ¿Cuánto
contiene la botella de tu sabiduría?... Deja ya de ser una obrera y conviértete
en reina. Expectora la envidia, deshazte de la satisfacción. Somos tan sólo
sonrisas vagas y moribundas que esquivan realidades, sueños fantásticos que se
pervierten.
Tengan sed, tengan hambre, cual camello famélicos en busca de
agua en el desierto, excaven en lo profundo de las arenas de sus mentes. Y
llénense del bendito.
L.L
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