Hoy mañana de suelo marchito
saludo a las aves que fijamente observan,
domino sus ansias, anhelo su grito…
sus ojos rojos y suspiros que merman.
Sostengo deseos sobre el infinito
de lluvia naciente que nubes gobiernan,
saludo tu valor digno erudito...
dominas
los cielos, aunque astros pierdan.
Cristales
los ojos de espantoso delito,
calladas
bocas que labios quieran
sorber
las lágrimas de lo que he escrito...
Sedientas
almas de dicha esperan.
Eterno
gozo el frailecito,
festejan
tiernos de esperanza... alegan.
Saben
de la venida del bendito...
Lotos
abiertos, primaveras llegan.
L.L
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